Les quiero ofrecer algunos de los poemas que componen este nuevo libro pleno de huecos, de espacios en blanco, repleto de ausencias y olvidos.
I
La luz de la cocina
insiste en despedirse.
Reaparece
en los instantes de descanso.
Mi nombre se repite
en las noches vacías
como habitaciones
sin sábanas en las camas.
Puedes morir mintiendo
–con un cuchillo en el vientre–
mientras duermes,
y soñar todos los restos de vida
que quedan por perder
debiendo tantas verdades.
Despiertas a la mañana siguiente
cuestionando si quedará café
de la tarde anterior,
cuando pensabas que estar solo
era un remedio
para la ausencia de ti mismo.
Toma un ramo de mentiras
hechas pedazos.
Pasé una noche violenta.
A veces se te indigesta
una conversación
o un silencio crudo.
No hay relojes
para medir
los pasos que tardo
en encontrarme con alguien.
Tampoco miden los espejos
las distancias
con nosotros mismos.
V
No tengas dudas
que llamaré a las cosas por su nombre.
Cuando no tema
las verdades que me acechan,
– las palabras exactas –
daré al silencio su muerte más certera.
Tú tienes esa suerte;
no te avergüenzas de permanecer vivo,
no sufres a la espera
de que la vida te devuelva
todos tus delirios a cachetadas.
El mundo clama en paz
por un día sin mis versos.
La pasión se estremece
entre duchas,
apuntes y alarmas,
al borde del vacío,
al filo del precipicio
ante el cual
hasta el verso se detiene.
Las ventanas se abren
en la madrugada
sin miedo a nada.
El aire regala voces lejanas,
restos de miradas oscuras,
de aguas perdidas,
de fallidas misiones
de resurrección de los vivos.
No reconozco
el tacto de tus labios
en mis mejillas.
El aire no trae nada tuyo esta noche.
El primer resplandor
me jura
que nadie soñó conmigo
ni dejó mi olor dormir entre sus sábanas.
XIII
El tiempo es un veneno
que bebemos sin hartarnos,
un punzón
que se clava en el pecho
con golpes de segundos
y el girar de las agujas.
El espacio es otro tiempo.
Es un recuerdo marchito
en el que te dejo,
o el que me queda hasta volverte a encontrar
muerta de tiempo,
borracha de tiempo,
harta del tiempo en que me esperaste.
La nada es otro tiempo.
Es el tiempo de olvidarte,
es el tiempo que perdimos
ansiando otro tiempo mejor
o muriéndonos con mucho tiempo
contado en nuestras manos.
Todo es tiempo.
Las soluciones claman al tiempo,
los errores son tiempo suicidado,
los problemas son tiempo
difícil, tiempo lento, angustioso tiempo.
La alegría es un tiempo descuidado,
un tiempo imposible,
un tiempo caduco.
Somos tiempos.
Algunos son tiempo eterno,
y otros promesas de tiempo
o tiempo agotado.
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