lunes, 13 de octubre de 2008

Presentación Casa de Canarias en Madrid


Lectura Poética

Viernes 17 de octubre de 2008

a las 20:00 horas

en La Casa de Canarias en Madrid

(calle Jovellanos 5, bajo derecha)



viernes, 29 de agosto de 2008

Confieso el vacío, o la reconstrucción del silencio

Por Javier Izquierdo Reyes*

Hablar desde el vacío es hablar desde la carencia absoluta, desde la ausencia total de recuerdos, hechos y esperanza. Es no tener sabiendo que nunca se ha tenido, y poseer la indecible certeza de toda imposibilidad de poseer. Hablar desde el vacío, no obstante, es creer que una vez se tuvo, pensar la experiencia de la nada desde el desengaño del todo. Quien confiesa el vacío, reconstruye el silencio que precede a la construcción desde el silencio de la destrucción. Quien confiesa el vacío traza sobre la soledad y la reflexión la parábola que conduce desde el esplendor hasta la locura, metamorfosis natural de la plenitud. No existe dolor en el despojamiento del loco, sólo la libertad natural de quien ha perdido todo cuanto creyó tener. El dolor es sólo un paso más en el camino hacia la locura; un primer paso, al fin y al cabo, pero sólo un paso más.

Tampoco miden los espejos

las distancias

con nosotros mismos.

Quien habla desde la locura habla desde la desposesión total, desde la carencia absoluta incluso de sí mismo. Y la carencia absoluta es la deconstrucción perfecta de la posesión absoluta: únicamente quien nada posee es capaz de poseerlo todo en su apertura radical hacia el mundo, pues, desde el momento en que exista la certeza de una posesión, la conservación de lo poseído cierra el camino hacia la plenitud. El loco es, por lo tanto, el poseedor absoluto: la puesta en riesgo constante de cuanto encuentra en su camino, la eterna desposesión de cuanto le acompaña, genera la posesión radical de su mundo. Quien nada posee, posee todo. Quien confiesa el vacío atestigua la desposesión absoluta de quien todo posee desde la riqueza completa del desposeído.

Teme los vacíos,

las soledades,

los silencios,

los tiempos

y los espacios

en todas sus medidas.

Todo escritor nace de una herida con el mundo externo, y la música de las palabras es el hilo con el que trata se acompasar su ritmo con el ritmo de la exterioridad. La herida se forja siempre desde las formas del miedo: el descontento, la necesidad, el dolor, el temor... Quien escribe desde la confesión del vacío, desde el desengaño de la posesión, elige el verso como respiración y entrecorta su tempo hasta confundir, en su cadencia lacerante, el estertor del moribundo y el suspirar del renacido.

Somos fiel reflejo

de un presente incierto

y un futuro imposible.

Dame la mano.

Si esto es el final del poema

termínalo conmigo.

Y es que el escritor es el loco perfecto, el desposeído absoluto que busca rellenar su vacío con las curvas trenzadas por las palabras. En su desposesión radical, en su riqueza absoluta, arriesga cada palabra y trenza, paso a paso, un camino, un sentido, un destino. La página en blanco se transforma, entonces, en un espacio silencioso donde el escritor transita en busca de una revelación final. Palabra a palabra el loco se convierte, cuando vislumbra una morada final, en mago. El mago es quien elige aquellas necesarias entre las potencias del camino y las aúna, sin poseerlas, en un proyecto común. El mago desea un sentido, desea un destino, pero, en su despego absoluto, se deja arrastrar por los elementos que gobierna hasta imbuirse de su magia, hasta constituirse en mago gracias a las potencias que gobierna. De este modo, el escritor escribe su obra y la obra escribe a su escritor; en su cuerpo, cada palabra dibuja la música que él mismo ha escrito con su cuerpo.

Desnúdate bajo mi vientre,

siente la opresión

con el espacio exacto

para deshacerte de la ropa

como quien rompe cadenas,

contratos, pactos sociales,

y hace una revolución

desde su cuerpo

gritando al mundo

con los pulmones en las manos.

Cada poema es un ángel que, aparecido, escribe a su escritor, en un silencio que entreteje, en comunión con otros silencios, el silencio perfecto del renacimiento. La confesión del vacío se convierte así en la reconstrucción del silencio, porque sólo desde el silencio perfecto que habita el vacío de la carencia se puede iniciar un nuevo ciclo.

¿Te acuerdas

cuando nacimos juntos?

Las sábanas

eran una excusa para no mirarnos.

Los dedos entrelazados,

el miedo y los latidos

nos dieron nombre

y eco en los labios.

Recuerda esto

y haz que lo escriban

en mi mármol o en el tuyo

“nació y murió por mí”.

El recuerdo inventa, en cada muerte, un cuerpo de olvido hasta la vaciedad de la espera. Confesar el vacío, reconstruir el silencio, es trazar el propio vacío e inscribirlo para alcanzar la infinitud de la soledad, es escribir la carencia desde la carencia para llegar a ella. Sólo en su consecución, en el silencio perfecto de un poemario acabado, el destino se hace pregunta abierta, interrogante inconcluso cuya única respuesta será un nuevo nacimiento aún inesperado. Ahora todo es recepción. Desde esa apertura radical el mago es, por fin, sacerdotisa.

Te creo

cuando dices

que los segundos pasan lentos

cuando no esperas nada.

Que el reloj

deja de marcar

cuando no hay horas pensadas

para la última pregunta.

Para la última pregunta

no tengo respuesta.


*Javier Izquierdo Reyes nació en San Cristóbal de La Laguna en 1983. Es Licenciado en Filología Hispánica y Filología Clásica por la Universidad de La Laguna, y actualmente, tras la consecución del Diploma de Estudios Avanzados, continúa sus investigaciones doctorales sobre la obra de la poeta argentina Alejandra Pizarnik.

sábado, 28 de junio de 2008

Luis Antonio González: Confieso el Vacío

Rosario Valcárcel


He cerrado ya la puerta.

Es tarde.

No insistas en llamar

si no te queda voz

ni razones para hablar

de nada

ni tampoco de nosotros…

Luis Antonio González


Cuando se es joven todos hemos querido atravesar el “Bosque Encantado” envolvernos en su misterio, en su magia, pero se ha de tener mucho cuidado al atravesarlo porque -al igual que la vida que todo lo erosiona y nos lleva algunas veces a relaciones deshumanizadas, frágiles, inestables, desengaños amorosos- al cruzar el bosque puedes quedar también prisionero de un encantamiento.

Quizás el poemario “Confieso el vacío” (E. Anroart), se fue creando a través de ciertos hechos personales ocurridos al poeta. Circunstancias, chispazos que le han provocado un lenguaje casi irracional, un gusto, un deseo de resucitar los recuerdos, o enterrarlos. Contemplar su propio vacío, someterse a la vida, a la sensación de fracaso, al fragor del desencanto. A la poesía, el recurso que siempre tienen los poetas para alimentarse, para recuperar energía.

“Confieso el vacío es una reflexión profunda de esa puerta abierta al mundo, de su derrota ante la amada, de su existencia teñida de desasosiego. Y su deseo de ser transportado de la sombras de un amor casi obsesivo, a la luz.

Una confesión tan desnuda que en algún caso se podría considerar como una manipulación de sentimientos, un ritual de humillación, pero el poeta tiene esa imperiosa necesidad de mostrar, de contar, de sacarse los demonios, los sueños y las pesadillas, desvelar asuntos. Manifestarse a modo autobiográfico.

El amor siempre fue una constante en la inspiración de Luis Antonio, pero ahora el goce de la pérdida, el rencor, el grito y el resentimiento, han sido su salvación.

La sensibilidad del poeta quedó reflejada desde su primer poema ¿Me escuchas? en el 2.003, cuando Luis Antonio tenía sólo diecisiete años. Hoy su obra poética domina el verso, irradia un equilibrio, una emoción y al mismo tiempo una gran valentía. Tiene ya cuatro libros editados y próximamente publicará un nuevo poemario.

Si tuviera que elegir un conjunto de poemas de Luis Antonio González, un conjunto de versos que reflejen las angustias, los deseos, el amor y el desamor, el alma del autor, no dudaría en escoger los que ha reunido en “Confieso el vacío”. Un libro que exhibe unas ilustraciones de Máximo Riol, unas ilustraciones que parecen objetos sueltos en ausencia de gravedad. Muy bellas.

Mi enhorabuena por este nuevo libro, por mostrarnos este amor tan humano.

miércoles, 4 de junio de 2008

Recital poético en Telde

El próximo día 12 de junio de 2008, aprovechando que estaré en mi tierra y en mi ciudad pasando unos días, he querido presentar mi nuevo libro, Confieso el Vacío, entre mis paisanos con un recital en la Casa Museo León y Castillo a las 20:00 horas.

El hecho de hacerlo en esa institución y no en otro lugar radica principalmente que entre sus paredes he pasado la mayor parte de mi infancia y adolescencia. conozco sus muros, sus olores y rincones como propios.

Además ya apetecía leerle a mi ciudad mis recientes versos. Si el tiempo acompaña la lectura la haré en el patio principal de la antigua casa del poeta Montiano Placeres Torón, y así aprovecharemos el buen tiempo isleño para disfrutar de una noche literaria.

domingo, 25 de mayo de 2008

Luis A. González, poeta teldense

Luis León Barreto

Las crisis de la vida tienen mucho que ver con la creación artística. Si el dolor es hondo, puedes combatirlo escribiendo, componiendo música, pintando un cuadro. Los románticos sufrían mucho, y gracias a ello en ocasiones consiguieron obras de arte tan sublimes como las de Chopin, Schubert, Beethoven.

Desgarrador y controlado a un tiempo, como señala en el prólogo Fermín Domínguez, la poesía de este joven autor trae el aliento desesperado con el que los poetas antiguos vivían sus agonías sentimentales, a veces con la tentación del suicidio. Tras una ruptura sentimental, la voz íntima del escritor se rebela ante la soledad, la negrura, la pesadilla. Mi nombre se repite / en las noches vacías. Su voz es nítida, abundan palabras tristes como carroña, pánico, podrido, lágrimas, sepulcral, veneno, cuchillo, mendigo, mentiras, ausencia, miedo, nada, precipicio, muerte. Pero la escritura es una magnífica terapia para los del signo Virgo que tienen la valentía de expulsar sus demonios.

Confieso el vacío, (Anroart), su último libro, tiene unas ilustraciones minimalistas del escultor Máximo Riol que vienen a ser grietas, postigos, ventanitas por las que atrapar la luz. No hay relojes / para medir / los pasos que tardo / en encontrarme con alguien. Dolor y poesía, tormenta de emociones. El autor de Abril, 3 de la mañana (Huerga y Fierro) sabe que las rupturas generan vida, porque tras la demolición urge reconstruirse. Lo afirma Juan Carlos De Sancho y lo corrobora el propio autor, escribió para sentirse acompañado. Los solitarios de madrugada han de reparar su alma quebrada.

Cada noche consigo, / en mi pulso personal contra el sueño, / vencer con trampas. Ejercicio de introspección tras el descalabro, poesía desquiciada y delirante según el prologuista. Pero la voz es rabiosa, revive como el Ave Fénix. Los espejos lloran cuando el autor se acerca. Rastreas los pasos / y recuperas cadáveres / exhaustos de luchar / contra ellos mismos. El amor, que es una enfermedad transitoria, contiene sus propios remedios. Hay relojes lentos y espejos que se rompen y se rehacen porque el autor sabe levantarse siempre que sea preciso. Daré al silencio su muerte más certera, eso afirma. Roto y esperanzado a un tiempo, camina. Luis A. es miembro de esas nuevas promociones de escritores canarios que no olvidan la tradición poética que nos sustenta. Como él mismo dice, le urgía vomitar lo que le pudría por dentro y en ese sentido utiliza el mismo concepto de vacío del escultor Chillida, la plenitud de la carencia. Su tormenta de emociones nos sale al paso para mostrar el dolor del mundo, en un viaje al origen del dolor en este tiempo convulso en que tanto dolor existe. Luis A. González es muy joven y tiene una obra en marcha que a buen seguro continuará dando buenos frutos. He aquí un poema de este reciente libro:

Desnúdate bajo mi vientre,
siente la opresión
con el espacio exacto
para deshacerte de la ropa
como quien rompe cadenas,
contratos, pactos sociales,
y hace una revolución
desde su cuerpo
gritando al mundo
con los pulmones en las manos.
Atrapa entre tus piernas
mis soledades,
quiebra mis miserias
con tus labios
y encadéname a ti
con la marcha de un ejercicio
de rosas con espinas y pancartas.
No quiero dejarte hoy.
He roto con mis propias manos
todos los cristales de los relojes
y en mi puño cerrado
guardo todas las manecillas.
No hay tiempo
O lo tenemos todo a nuestro antojo.
No tengo miedo.
No pienso cerrar las ventanas,
ni apagar las luces.
Si la cama está recién hecha,
no me importa.
No es el único rincón
para luchar cuerpo a cuerpo
hasta firmar la paz
en el penúltimo latido
y caer rendidos,
el uno sobre el otro
al fin.
Hoy no tengo ganas
de planear la batalla,
ni haré nada por vencer rápido.
Hoy creo que superaremos
la guerra de los cien años
o al menos
la noche y sus silencios.

jueves, 15 de mayo de 2008

LE CONFIESO AL POETA

LE CONFIESO AL POETA

Juan Carlos de Sancho


Texto presentación del libro "Confieso El Vacío" (Luis Antonio González Pérez, Ed Anroart)

Confieso que cuando un amigo escritor me invita a presentar su libro mi mente entra de inmediato en varios laberintos que se cruzan ¿En que lugar me coloco?-suelo pensar. ¿En el lugar del crítico? ¿En el del biógrafo? ¿En el del lector? Y curiosamente cada libro, que es la forma que tiene el escritor de presentarse ante el mundo, suele ser el encargado de situarme en el laberinto adecuado. Siempre en el laberinto.
Les confieso que el mundo de los escritores viene a ser, por naturaleza, vasto y desafiante. Y si es poeta mucho más aún porque está ubicado en un campo de fuerzas psíquicas y tensiones sociales que le reclaman voluntad, lucidez, perspicacia y paciencia. El crítico, nos dice Paul Valery, debería ser quien entresacara los problemas que un escritor enfrentó y señalará si los resolvió o no y de que modo. El biógrafo extiende su examen hasta las circunstancias y coyunturas estratégicas en la vida del autor.
¿Pero qué ocurre cuando el que presenta el libro es amigo del escritor, lector y también escritor? ¿Por donde empezar si sabes de antemano que lo que tienes ante ti es una Confesión? Es una situación tremenda, delicada, porque estás trabajando con un alma desnuda y ante estos libros existe el riesgo de entrar en comentarios baladíes o en perezosos lugares comunes. En este caso cometería el riesgo de la interpretación y no me siento cómodo en esa situación, porque insisto, estoy ante un libro que es una Confesión. Y mi actitud debe ser ante todo, respetuosa.
Escribía Juan Rulfo que "nadie ha recorrido el corazón de un hombre". Pero hay poetas que si se atreven y en vez de aguantar el silencio, lo cuentan. Y en este caso, el libro que ahora les presento, aunque el poeta asuma su confesión desde una perspectiva única, es como un mapa en movimiento donde confluyen numerosos itinerarios individuales y sociales: es la confesión de un vacío pero también la crónica del espacio y del tiempo donde el poeta ha resistido. Para algunos creadores la vida en general se desarrolla gracias a estas carencias, gana fuerza e interés a partir del deseo insatisfecho o de la ilusión no consumada. Y mientras escriben su infortunio y la derrota del mundo, sus relatos se transforman en una energía altamente activa. Es el milagro de la palabra
Me gusta hablar de los libros como compañeros, establecer con ellos un relato compartido, identificarme, saber que el escritor, al hacerlo público (de ahí viene lo de "publicar") me interpela, me inquieta, me trastoca. Habla de sí, pero habla de todos, transita nuestro corazón común. Confieso que duele leer el vacío, pero al mismo tiempo reconforta saber que Luis no ha abandonado la vida y que su esfuerzo por comunicar su confusión y su fragilidad, ha derivado en más vida, en más literatura.
Luis, me recuerdas Madrid cuando te leo y también mis infortunios, el calvario que supone ser uno mismo y la tremenda fragilidad de saber lo que a tu ser le duele. ¿Por qué es bueno leer lo que nos duele? "Somos simplemente/humanos agotados de ser espectadores/del derrumbe de nosotros mismos frente a los ojos del otro. Definición de una época que se agota ensimismada pero al poeta le queda tiempo aún para profundizar entre tanta desventaja. Rebusca entre las palabras inciertas como un escultor herido y mientras va pegando sus piezas rotas dibuja un nuevo ser en su estudio madrileño: somos/ fiel reflejo/ de un presente incierto/ y un futuro imposible. Pero el libro continúa.
Sigo leyendo y voy recordándome y me lastimo y me veo sólo en mi habitación de Malasaña, como Luis, asomado a una ventana que podría llevarme a cualquier lugar de esta gran ciudad, llena de solitarios que ignoran lo que saben. Las ventanas, las ventanas, aparecen a menudo en estos poemas. ¿Ventanas o alas de mariposa? Escribe el poeta: No pienso cerrar las ventanas/ ni apagar las luces. Mientras sufre la melancolía está pensando en escapar. Escapar con sus palabras. ¿Es esto la poesía? ¿Un remedio para el dolor? : Hoy creo que superaremos/ la guerra de los cien años/ o al menos/ la noche y sus silencios .El poeta se confiesa, pero al mismo tiempo se cuida y se resguarda. Escribe de nuevo la vida que le queda y comienza a vivirla mientras la imagina: Hoy no tengo ganas/ de planear la batalla/ ni haré nada por vencer rápido.
Esto de la escritura es un oficio lento, un oficio perseguido por la propia sombra. ¿Cómo escribir si no puedes ni contigo mismo? ¿Y para que lo haces? ¿Nombrar el fantasma para matarlo, como diría Alejandra Pizarnik? Pero el vacío ¿no te mata las ganas? A Luís no lo abatió la pereza circunstancial del escritor. Y dicen algunos que la Pereza puede conducir al Suicidio o a la Belleza. Creo que el poeta que tengo esta tarde a mi lado, como buen signo Virgo, optó por abrir la ventana y antes de dar un salto mortal al vacío y desparecer para siempre optó por mirar, por volver a mirar despacio: "?. ni haré nada por vencer rápido". Creo que de ahí surgió esta confesión que más tarde se transformó en un libro con ventanas, poemas para mirar la habitación del poeta desde fuera y el mundo desde dentro.
¿Qué nos pasa cuando sufrimos la pérdida? ¿Nos persiguen los fantasmas? ¿Dejamos de ser? ¿El ser que éramos se desdibuja en el dolor? ¿Mantenemos el atrevimiento del Ave-Fénix? ¿Se destartala el existir? ¿Quien vendrá en nuestra ayuda si ni siquiera tenemos la voluntad de pedir? Cuando Luis escribe "en todo momento/ la mente puede ser una tormenta y tú el pasado, intuyo que ya está protegido y que lo peor ya ha pasado.
Hace unas semanas en un coloquio del Festival de Cine de Las Palmas le pregunté a la directora japonesa Kawase si había tanto dolor en el mundo y si el dolor podría algún día cesar su devastadora presencia. Después de comentar su película Mogari no Mori me contestó que el sufrimiento siempre estará ahí pero si aprendiéramos de los ciclos del dolor todo sería más natural: nos alegramos cuando llega la luz y el calor del verano y nos entristecemos cuando llegan las nubes y el frío. Y así en cada estación. Esa es la sensación que me produjo leer Confieso El Vacío: un viaje al epicentro del abandono y la desesperación pero al mismo tiempo una revelación del claro del bosque, allí donde los árboles ya dejan ver el cielo.
Luis es en este libro un guerrero herido y el filósofo que aprovecha la herida para indagar en su cuaderno de campo la anchura de la vida, el paisaje después de la batalla. Es un guerrero que no se rinde aunque en su derrota asegure que los errores son tiempo descuidado o que la alegría es un tiempo descuidado/ un tiempo imposible, un tiempo caduco. La falsa alegría claro, no la esencial que es más íntima, invisible y duradera. De todas maneras el poeta concluye que somos tiempos/ algunos son tiempo eterno, y otros promesas de tiempo o tiempo agotado.
Escribía Nietzche que "lo primero que hago cuando "sondeo los riñones" de un hombre es mirar si tiene en el cuerpo un sentimiento para la distancia". A Luis, ese sentimiento le protege desde que era niño, seguramente. Puede ser implacable y compasivo al mismo tiempo. Entonces es brillante y compacto: "No dominamos nuestras mentes/ ni lo pretendemos/. Damos toda la calle/ sin tráfico en la madrugada/ para que cabalguen las ideas/ como jinetes del Apocalipsis/ antes del fin de los pensamientos/ y el comienzo de las rutinas. Distancia, siempre la distancia, con desgaste, pero aprovechando el hueco de la herida, la ventana de la herida, para insinuar otros dolores que nos acechan, la incertidumbre que nos envuelve y reaviva en cada instante del ser. Pura generosidad del poeta en medio de su catástrofe.
Yo creo que para la última pregunta si tienes respuesta, Luis. Es esa ventana, es tu interior en plenitud, demolido pero confeso. Y por eso estás hoy aquí. En fin, les decía al principio que ¿por donde empezar si ya sabes de antemano que lo que tienes ante ti es una Confesión? Por respeto al futuro lector he tomado la decisión de entrar en la habitación del poeta en otra ocasión. Entonces comprobarán por que no quise contarlo todo esta tarde, la razón de mi silencio. Confieso que hasta aquí ha llegado mi cometido. Gracias Luis por tu valentía.

Club de Prensa, Las Palmas de Gran Canaria
9 Mayo 2008

Ya presentamos en Madrid

Ayer, miércoles 14 de mayo, a las 19:30 h., en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Econóimcas y Empresariales de la Universidad CEU - San Pablo presentamos el nuevo poemario, Confieso el Vacío. Una mala fecha y peor hora, pues llevamos dos días entre exámenes de grado y defensas del trabajo de final de carrera, y para más señas, era comienzo de puente en Madrid.

De todas formas allí estuvimos. Con una interesante y poética introducción del profesor y poeta José Manuel Suárez, que disertó sobre la poética en sí y sobre mi obra, se abrió la tarde noche dedicada a este libro, Confieso el Vacío.

Luego leí algunos de los versos del libro, pues la poesía ha de defenderse o confesarse, como fue el caso, así, sin más, con poesía. Alguna lágrima contraída generó alguno de los poemas, otros alguna sonrisa, e incluso alguna cara de impresión.

Buena compañía la de esa tarde: El pintor Andrés Delgado y su mujer, Heidi; el poeta y amigo Delfín Yeste (mi amigo el pez poético); Mi poéticamente amada María Medina (que no paró de hacerme fotos y que ya las colgaré en este blog); el poeta canario Gonzálo Escudero y compañeros de la facultad y profesores.

Así quedó entregado el poemario a más lectores, y ahora se confiesa con ellos sin que yo esté presente.

lunes, 12 de mayo de 2008

De promoción por Tenerife


El sábado 10 de mayo llegué al norteño aeropuerto de Tenerife para presentar en la vecina isla Confieso el Vacío. Mi amigo Fermín Domínguez, prologuista de la obra poética, me recogía y descansaba un rato en la Residencia Universitaria Parque de las Islas, no sin antes pasar por un supermercado para abastecernos de provisiones para los días de mi estancia.
Sorprendido quedé cuando decidimos pasear por La Laguna, concretamente por la amplia y diversa oferta cultural que desde locales, bares, cafeterías y otros negocios se realiza. Más de diez grupos de teatro amateur, treinta bares con actividad cultural, librerías, etc. Algo impresionante y sanamente envidiable.

Después de tomar un té en "el siete" fuimos camino de la cafetería literaria Al-Faro donde se desarrollaría a partir de las 20:00 h. la lectura y presentación del poemario. Un local de amplias dimensiones, con una oferta librera interesante, pero sobre todo con un espíritu emprendedor y promotor de cultura digno de alabar.

Tras comprar el nuevo poemario de Rafael-José Diáz editado por pretextos, y tomar una apetecible copa de oporto, nos dispusimos a comenzar la lectura. Un grupo de, desde ese entonces, amigos tomaron los asientos situados en círculo y Fermín Domínguez tomó la palabra, haciendo un simpático recuerdo de cuando nos conocimos y una semblanza de mi obra literaria.

Luego el debate, la conversación, y algunas copas no llevaron por La Laguna hasta el amanecer. No digo que todo fuera literario. Pero les aseguro que todo fue para recordar.

Al día siguiente una importante resaca, pero unos buenos paseos con la fresca brisa lagunera en la cara, y un entretenido ensayo de teatro dieron el punto y final, o seguido porque volveré, a mi paso por Tenerife.

sábado, 10 de mayo de 2008

Palabras de la Presentación en Gran Canaria

Queridos amigos, señoras y señores:

Aunque debiera comenzar de otra manera estas palabras, no puedo dejar de agradecer a mi buen amigo Juan Carlos de Sancho por sus hondas impresiones. Su cercanía, su amistad y su compañía en esto de la literatura me son muy necesarias. Entre los presentes también hay muchos ejemplos de buenos amigos que reciben correos de madrugada, llamadas de teléfono a horas intempestivas, cuando uno anda rozando los suelos emocionales y necesita algunos empujones para alzarse y renacer.

Querría agradecer a este Club de Prensa Canaria, que tan gentilmente se ha ofrecido como seno y cobijo para esta ocasión en la que presentar este mi nuevo libro Confieso El vacío, y muy especialmente a Laureano Pérez, que ha facilitado tanto la posibilidad de estar hoy con ustedes. No resulta sencillo encontrar techo y calor para la cultura y la literatura en estos tiempos de virtualidad, economía y celeridad, pero sobre todo, más difícil puede resultar, tener oídos para la poesía.

Hoy también me confieso. Hoy sigo confesando mi vacío. No hay nada más real y más verdad que el título de este poemario. La poesía es a fin de cuenta, como otras tantas expresiones artísticas, una confesión, una desnudez premeditada y con alevosía, un exhibicionismo sentimental, o incluso, si me lo permiten, una entonación de “mea culpa” sin arrepentimiento. La confesión es el acto de compartir o expresar algo a otra persona, normalmente trascendental, y tras la universalización de la cristiandad, siempre relacionado con el pecado y la redención. Pero no nos olvidemos que también es una confesión lo que puede cualquier paciente realizar con su psicólogo o psicoanalista. Tanto en el caso del sacramento con en el del tratamiento, el individuo lanza su mal o su pena a otra persona, para así verse liberado de la carga. El poeta, o al menos yo, hace eso mismo con su obra. Se las entrego a ustedes con clara intención de no verme solo ante mis problemas, mis miedos, mis reflexiones, y mis imágenes. Para sentirlos parte de la poesía, y comprenderme así acompañado.

Para muchos ese es el peligro del poeta, del artista, o de quienes intentamos llegar a serlo algún día. El estar continuamente exponiendo todo aquello que se expresa como debilidades sentimentales y psicológicas al público, es en sí, para muchos, una entrega tácita de nuestras vidas al antojo del lector. Nada más lejos de la realidad. Escribía yo hace unos meses en un poema dedicado a una obra del genial pintor canario Andrés Delgado “hay que temer al mundo que no se expresa”. Y cada vez tengo más claro que más temo yo a quien no expresa nada de lo que piensa o siente, que quien continuamente se conoce en sus palabras o en sus versos sus más hondos encuentros. No somos más valientes por abrirnos al lector sin medida pero tampoco somos más cobardes por hacerlo.

A qué me refiero con “vacío” podrán preguntarse. Algunas disertaciones he realizado ya a tenor de este término tan discutido en la ciencia, tan reflexionado en la filosofía y tan trascendental, pero distinto, para los más conocidos credos.

La primera vez que me enamoré del vacío fue leyendo Conversaciones con Eduardo Chillida, esa obra donde el autor del Peine del Viento o del proyecto de Tindaya, en amigables diálogos con personas de distinta procedencia, profesión y creencia, discutían con el escultor vasco sobre éste y otros conceptos. Tuve gran interés por entender su visión sobre el vacío. Sobre la materia “nada”. Como abrazar con la forma, con las curvas esa oquedad, ese todo definido en su negación, esa plenitud de la carencia. Según el propio artista su visión de la escultura era la misma que cuando todavía jugaba en la Real Sociedad como portero: desde las dimensiones de una portería, o de una de sus obras, abrirse a la inmensidad y el infinito del mundo y el universo sin acotaciones.

Quizás por eso las ilustraciones de Máximo Riol marinan tan bien con los poemas. En esos diseños que uno puede imaginar en soporte de bronce o metal, se abren pequeños puntos de mira, vacíos espirituales y cuestionamientos vitales que ponen en pié de guerra a la rotundidad con el equilibrio, a la masa con la forma y el vacío, al instante con el tiempo.

En ese aspecto mis poemas pretenden abrazar con palabras los espacios. Rescatar del blanco más puro, de la nada, de la página sin tintar, las esencias, casi más a modo de traducción de ese espacio, que de acotación o anulación del mismo.

He de reconocer que el prólogo que me regala mi gran amigo, pero mejor escritor, y esto es un llamamiento para los presentes a su lectura, Fermín Domínguez, me es claramente generoso. Este libro tiene sobre todo eso. Está rodeado de amigos.

Tras tanto tiempo, casi un año, sin ser capaz de enlazar cuatro versos seguidos, Confieso el vacío ha sido una potente válvula de escape para todo aquello que tras largos años se ha ido cocinando en lo más profundo de mi soledad y de mis llantos. Pero también es impresionante como se adelanta a los tiempos. Como anuncia lo que más tarde sería una dura y irrebatible realidad. La ruptura con todo. El propio cuestionamiento tras la quiebra de todos los esquemas sentimentales y vitales. El asumir las verdades tras tantas mentiras atragantadas, vilmente indigestas, violentamente hirientes. El quebrar del velo, asomarme a un mundo que me quedó siempre lejano y falso, y descubrir, que tras tanto sacrificado, amado, deseado y sufrido, sólo quedaba eso, el más profundo e insalvable de los vacíos.

Créanme si les digo que por aquel entonces, aquel septiembre enfermo, no creí nunca verme aquí, hablando de mi poesía ni de esto. En general, no me veía. Pero por suerte en este mundo, uno nunca anda solo, y millones de ángeles, que habitan en la tierra con forma más humana que divina, me hicieron ver. Cada uno de ellos saben lo que aportaron a que hoy parezca más yo que nunca, o sea lo más parecido a lo que fui antes. Más o menos poeta, más o menos feliz, pero les aseguro, que mucho más pleno. Pues son estos versos, pero sobre todo ustedes, presentes hoy y los ausentes, los que llenan estos inmensos e insoportables vacíos.

Muchas gracias

Presentación en Gran Canaria

Arropado por buenos amigos y familia tuve ocasión de presentar en el día de ayer, viernes 9 de mayo, a las 18:30, el poemario Confieso el Vacio. El Club de Prensa Canaria siempre me es un espacio grato, pues un 21 de junio de 2001 vió en entre esas mismas paredes mi primera obra poética, y así ha seguido sucediendo con la gran mayoría de mis creaciones literarias.

El amigo Juan Carlos de Sancho hizo una emotiva, onda y sentida introducción, como sólo el puede hacerla, con la cercanía, sinceridad y grandeza de un alma única y generosa. Después de él me tocó a mí dirigirme a los presentes, sin parar de tomar agua, todavía atragantado por los comentarios de Juan Carlos y las lágrimas en los ojos.

Se siguió contagiando la emoción, y cuando leía alguno de los poemas al público, pues así se defiende y presenta una obra poética, con ella misma, se podía ver entre los presentes algunos ojos llorosos, cercanos al sentimiento de quienes estabamos en la mesa.

Siempre agradecido y siempre emocionado por verme rodeado de todos ellos.

jueves, 8 de mayo de 2008

Camino a Gran Canaria

Estimados "vacíos":

Nada como estar por casa. Hoy temprando tomé la maleta pequeña, para ahorrarme facturaciones y pérdidas de equipaje y salí corriendo bajo una lluvia sorpresiva en la primavera madrileña. Tomé la línea 4 de metro en la estación de Arguelles, y tras una hora de trayecto, llegué a la interminable T4 de Barajas.

Dos horas de espera, con un interesante libro de poemas, Habitación de Hotel de Cristina Peri Rossi - XI Premio de Poesía Ciudad de Torrevieja - entre las manos, el Financial Times (por no perder el inglés que todavía conservo) y una revista de ordenadores (por si el aburrimiento pasa de apretar a ahogar violentamente).

Algún paseo sin sentido. Dos o tres poemas con mala caligrafía y un par de "auto-fotos" de esas que se cuelgan en algún lado y pasas toda la vida muriendote de verguenza por habértelas hecho.

Dos horas de Vueling y ya estaba en la Gran Canaria. Así, con sus calores. Ahora bajaré un rato a la playa por aquello de que no se diga que uno no disfruta del "trabajo".

A las 20:30 me entrevistará el buen amigo David Hatchuel en Radio Faycan, en el programa Antena Abierta, donde además cada jueves leeré y comentaré un poema de distintos autores para la audiencia de una de las emisoras más escuchadas en las Islas.

Mañana a las 9:30 en Canal Telde, la emisora municipal, continuaré la promoción, que me llevará seguidamente a la Televisión Municipal de Telde, con la amiga Ester. Nada como estar en casa. Concretamente en el edificio de la antigua Casa de la Cultura, hoy Teatro Juan Ramón Jimenez, donde tantas y tantas horas pasamos aquel grupo de amigos (Francis, Fermín, Lorena, Elena, Yasmina, David Abadín, David Santana,...) en nuestro Efecto Joven de los sábados por la tarde.

Les seguiré contando... Menudo fin de semana nos espera.

jueves, 17 de abril de 2008

Presentación en Gran Canaria



La presentación de Confieso el Vacío en Gran Canaria tendrá lugar en el Club de Prensa Canaria de la ciudad de Las Palmas de gran Canaria de la Calle León y Castillo el viernes 9 de mayo a las 18:30 horas.

Lugar donde he presentado ya casi todas mis abras, y donde un 21 de junio de 2001 presentara aquel primer poemario a mis 17 años.

web del Club de Prensa Canaria

sábado, 12 de abril de 2008

Ahora que no soy poeta - en voz

Queridos vacíos:

Pueden escuchar ya el poemario Ahora que no soy poeta galardonado con el Primer Premio de Creatividad Personal de la Universidad CEU - San Pablo en la modalidad de Poesía 2008.

viernes, 11 de abril de 2008

Presentación en Madrid


La Presentación en Madrid de Confieso el Vacío tendrá lugar el próximo 14 de mayo a las 19:30h. en la Universidad CEU - San Pablo. Concretamente en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la calle Julián Romea 23.

La introducción correrá a cargo del profesor y poeta José Manuel Suárez y será una ocasión para leer la obra frente al público universitario y madrileño en general.

Localización por google maps

web de la Universidad CEU - San pablo

Presentación en Tenerife


La presentación de Confieso el Vacío en la isla de Tenerife se realizará en la Ciudad de La Laguna en El café literario Al-Faro el próximo día 10 de mayo a las 20:00h.

Me acompañará en la introducción el prloguista, doctorando en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna, escritor y gran amigo, Fermín Domínguez Santana.

El acto constará de una tranquila y cercana lectura donde se dará la posibilidad de la charla, el debate y la conversación sobre la obra, la poesía y literatura actual en una ambiente que promete acogedor, amigable y enriquecedor.

Localicación por google map

blog de El Café Literario Al-Faro

Primer Premio Universidad CEU - San Pablo de Poesía

Queridos vacíos:

Una agradable noticia me llegó hace unos días a través del teléfono. La Universidad CEU - San Pablo, donde estudio, me había concedido el Primer Premio de Poesía en su Certamen de Creatividad Personal que convoca anualmente para promover entre sus alumnos la creación artística y literaria.

La obra presentada, titulada "ahora que no soy poeta" consta de unos poemas escritos al comienzo de este año. Son los siguientes escritos tras Confieso el Vacío. No puedo publicarlos dado que como todo certamen tienen ellos los derechos de autor cedidos hasta la primera edición. Pero pondré un link para que los puedan escuchar en voz.

jueves, 3 de abril de 2008

En Periodistadigital.tv

Queridos vacíos:

Este viernes iré a los estudios de Periodistadigital.tv, la televisión digital de Periodistadigital.com, diario digital de mayor número de lectores sin soporte físico de España, en el que colaboro con un blog titulado Apuntes al Silencio.


Me entrevistarán con motivo de la publicación de Confieso el Vacío.

Pueden escuchar ya la entrevista pichando aqui



martes, 25 de marzo de 2008

En "Revestidos"

En la Revista Literaria Revestidos, dirigida por el buen amigo Jesús Remis el libro Confieso el Vacío y quien les escribe seremos los invitados en el número próximo de Junio.

Además, tras haber visitado este blog y la web www.luisantoniogonzalez.com le ha interesado un artículo titulado La poesía del silencio; literatura atemporal y sin rupturas publicado en Tinta Sobre Papel, n.8, julio 2005 que editará para la revista en próximos números.

Agradecido enormemente a camarada Jesús, por su proyecto, su interés y por el compañerismo en esto de la literatura.

martes, 18 de marzo de 2008

Como ganarse la vida con la literatura

Así se titula la nueva obra del escritor canario Santiago Gil. Este buen amigo y mejor autor merece ocupar un espacio en este blog dedicado al libro Confieso el Vacío por su cordialidad y compañerismo sin igual.

Se presentó ayer esta obra en la Casa Museo León y Castillo en Telde (Gran Canaria - España). Tuve el honor de ser el introductor de la obra para los allí presentes. Amigos en su mayoría que tuvieron a bien arropar al escritor en una velada inmejorable.


Tras dar el "bautizo" al libro comenzó lo mejor de la noche. Un interesante y amigable debate (de ser todos en torno a una mesa, sería una mesa redonda) donde disertamos sobre la importancia de iniciativas como la de la firma Anroart para la literatura canaria, siempre mal tratada por las editoriales peninsulares, y a su vez en comparativa con otras empresas del sector en canaria que no cuentan con la profesionalidad, diseño, distribución y visión comercial, a la vez que crítica, que tiene la dirigida por Jorge Liria.

Así entre amigos como Luis León Barreto, Rosario Valcarcel, Luis Perez Aguado, Marcos Monzón, Jesús Ruíz, Juan Francisco Suárez Zurita, José Carlos Pérez entre otros disfrutamos de una magnífica noche.



Entrevista en Radio Televisión Insular

En el programa La Zaranda de Radio Televisión Insular (RTI) de Canarias me entrevistó con motivo del nuevo libro, Confieso el Vacío, el amigo Jorge Manuel de León.

En una larga charla, donde también estuvo mi padre, leí algunos poemas del libro, tratamos la importancia de las nuevas tecnologías en la literatura - mencioné este blog - y también tratamos la importancia de la camaradería y el compañerismo entre los escritores.

Interesante iniciativa la de esa emisora y este programa en dedicar cada mañana un espacio a la literatura, especialmente a la poesía. Es de agradecer.

lunes, 3 de marzo de 2008

En el ARCA DE SOFÍA

El blog amigo del ARCA DE SOFÍA ha tenido la gentileza de realizar una nota a Confieso el Vacío. Dos grandes amigos, un amante de la literatura y una bellísima voz literaria, (también una hermosa mujer) han comentado la nueva publicación del poemario.

Agradecido

domingo, 2 de marzo de 2008

Entrevista en Canarias7 y Teldeactualidad.com




Queridos "Vacíos":

Se ha publicado en el diario Canarias7 (www.canarias7.es) y en el periódico digital www.teldeactualidad.com una entrevista que me ha realizado el periodista Carmelo Ojeda, sobre Confieso el Vacío, les invito a leerla.

sábado, 16 de febrero de 2008

Se presentará en la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria

Queridos "vacíos":

Con motivo de la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria Anroart Ediciones ha preparado la primera presentación del libro Confieso el Vacío en tierras isleñas.

Así comenzará la andadura de esta obra poética que pretende continuar su promoción por Tenerife, Huelva y Madrid. Además me gustaría realizar algunos recitales en bares, colectivos culturales y demás, para tener un agradable y cercano encuentro con los lectores, y apostar también por otra forma de presentar al público esta nueva publicación.

Les iré comentando tan pronto como tenga más datos.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Confieso el Vacío en voz

Queridos "vacíos":

Con la intención de seguir dando algunas pinceladas del poemario a los lectores, he grabado en voz los tres primeros poemas del libro para que puedan escuchar una pequeña introducción a las dieciocho obras incluídas en esta publicación.

Poema I

Poema II

Poema III

Además he realizado un fondo de pantalla para quienes quieran colocarlo en su ordenador, con las obras que Máximo Riol ha realizado para ilustrar este poemario.

Espero disfruten de todo ello.

sábado, 2 de febrero de 2008

Confieso el Vacío comienza a aparecer en prensa

Queridos "vacíos":

No me puedo quejar. Sólo han pasado unos días desde que comenzamos la andadura de esta nueva obra literaria y ya algunos medios de comunicación se han hecho eco de la noticia. Desde la primera hora de la tarde, casi con este blog todavía en pañales, www.teldeactualidad.com abría su cabecera con la noticia, al día siguiente otro de los diarios digitales de mi ciudad natal, Telde, www.revistatara.com, de quien, como en el caso anterior, soy asiduo colaborador hizo referencia a la nueva publicación.

En la mañana del ya pasado viernes, recibía la llamada de una de las mujeres más buenas y que más quiero, Paquita Suárez, colaboradora de la Radio Municipal de Telde. En esas mismas ondas comencé a leer yo mis poemas públicamente con trece años, junto con muchos amigos, y su director, Kiko Tarrasa supo apreciar nuestro trabajo, interés y esfuerzo, que llevó prontamente, a una sincera amistad. Un gran profesional que ha seguido demostrando con el tiempo que nadie como él sabe hacer radio. Una entrevista agradable, entrañable, mientras caminaba, con el frío sorprendente de una mañana madrileña de primero de febrero.

Y seguimos...

miércoles, 30 de enero de 2008

Máximo Riol y sus ilustraciones para Confieso el Vacío

Estimados "vacíos" les quiero ofrecer algunos ejemplos de las ilustraciones del genial escultor Máximo Riol que acompañan a mis poemas en este nuevo libro.

El escultor, tras leer la obra poética ha jugado con los vacíos, con las formas para reflexionar sobre el hueco, y generar así una simbiosis entre el verso y el dibujo en esta edición.

Máximo Riol nació en Lorca, Murcia (1948). Fue alumno de Felo Monzón en la Escuela Luján Pérez (1963-1965), influencia que le ha marcado a lo largo de su trayectoria artística.

Es Arquitecto Técnico por la Universidad de La Laguna (1975) y Profesor de Dibujo Lineal y Perspectiva de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Las Palmas de Gran Canaria.

Su labor como docente traspasa los muros de la Escuela. En el decenio 1985 - 1995 da charlas para la difusión de las Artes Aplicadas por diversos centros escolares y culturales de Canarias, siendo uno de los baluartes del grupo Espiral, motor de las artes plásticas en Canarias.

Ha participado en innumerables exposiciones, tanto individuales como colectivas. Su obra se encuentra dispersa por la geografía española y en varios países americanos, tanto en hormigón como en acero. Poseedor de numerosos premios, su obra ha sido objeto de estudio y análisis por una extensa nómina de críticos.

Su obra instalada más representativa para los canarios es sin duda "La Portada", ubicada en la entrada de los túneles "Julio Luengo" en la avenida marítima de Las Palmas de Gran Canaria, integrándose en el entramado urbanístico de la zona en armoniosa conjunción, convirtiéndose en elemento de referencia para los que transitan por al arteria principal de la capital canaria.

También ha creado el "El Jardín de las Hespérides" , conjunto escultórico formado por siete piezas alegóricas a las Islas Canarias, en el parque de San Juan de la ciudad de los Faycanes.

Su obra es tan extensa como interesante, jugando con las formas y los vacíos a modos parecidos a los de Chillida u otros escultores de temática similar del siglo XX.

Para más información sobre el ilustrador pueden entrar en su web oficial www.maximoriol.com




Anroart Ediciones


Anroart Ediciones es una sociedad constituida por capital netamente canario pero con el claro objetivo de realizar una producción editorial desde Canarias abierta al mundo.
No queremos que la frontera que impone la circunstancia geográfica de un archipiélago se convierta en doble por la renuncia a fijarnos en el mercado editorial sin fronteras que permite en la actualidad las nuevas tecnologías. Anroart Ediciones desea dinamizar el mundo cultural de Canarias y en extensión extraer de estas islas lo mejor para llevarlo allí donde genere interés. En esta línea, sus publicaciones no se limitan a los autores canarios, sino que intentan convertirse en una plataforma cultural desde Canarias para el mundo. Un lugar de encuentro, tal como este Archipiélago lo ha sido a lo largo de su historia. Esta página web es nuestro escaparate al mundo. Detrás está el trabajo de un equipo joven cargado de ilusión y con la ambición puesta en que la edición independiente en Canarias sea una realidad posible. Con este objetivo trabajamos con intensidad, y para conseguirlo necesitamos de la complicidad de los lectores, de todos ustedes.

www.anroart.com

Algunos poemas del libro

Estimados "vacíos":

Les quiero ofrecer algunos de los poemas que componen este nuevo libro pleno de huecos, de espacios en blanco, repleto de ausencias y olvidos.

I

La luz de la cocina

insiste en despedirse.

Reaparece

en los instantes de descanso.

Mi nombre se repite

en las noches vacías

como habitaciones

sin sábanas en las camas.

Puedes morir mintiendo

con un cuchillo en el vientre

mientras duermes,

y soñar todos los restos de vida

que quedan por perder

debiendo tantas verdades.

Despiertas a la mañana siguiente

cuestionando si quedará café

de la tarde anterior,

cuando pensabas que estar solo

era un remedio

para la ausencia de ti mismo.

Toma un ramo de mentiras

hechas pedazos.

Pasé una noche violenta.

A veces se te indigesta

una conversación

o un silencio crudo.

No hay relojes

para medir

los pasos que tardo

en encontrarme con alguien.

Tampoco miden los espejos

las distancias

con nosotros mismos.



V

No tengas dudas

que llamaré a las cosas por su nombre.

Cuando no tema

las verdades que me acechan,

– las palabras exactas –

daré al silencio su muerte más certera.

Tú tienes esa suerte;

no te avergüenzas de permanecer vivo,

no sufres a la espera

de que la vida te devuelva

todos tus delirios a cachetadas.

El mundo clama en paz

por un día sin mis versos.

La pasión se estremece

entre duchas,

apuntes y alarmas,

al borde del vacío,

al filo del precipicio

ante el cual

hasta el verso se detiene.

Las ventanas se abren

en la madrugada

sin miedo a nada.

El aire regala voces lejanas,

restos de miradas oscuras,

de aguas perdidas,

de fallidas misiones

de resurrección de los vivos.

No reconozco

el tacto de tus labios

en mis mejillas.

El aire no trae nada tuyo esta noche.

El primer resplandor

me jura

que nadie soñó conmigo

ni dejó mi olor dormir entre sus sábanas.



XIII

El tiempo es un veneno

que bebemos sin hartarnos,

un punzón

que se clava en el pecho

con golpes de segundos

y el girar de las agujas.

El espacio es otro tiempo.

Es un recuerdo marchito

en el que te dejo,

o el que me queda hasta volverte a encontrar

muerta de tiempo,

borracha de tiempo,

harta del tiempo en que me esperaste.

La nada es otro tiempo.

Es el tiempo de olvidarte,

es el tiempo que perdimos

ansiando otro tiempo mejor

o muriéndonos con mucho tiempo

contado en nuestras manos.

Todo es tiempo.

Las soluciones claman al tiempo,

los errores son tiempo suicidado,

los problemas son tiempo

difícil, tiempo lento, angustioso tiempo.

La alegría es un tiempo descuidado,

un tiempo imposible,

un tiempo caduco.

Somos tiempos.

Algunos son tiempo eterno,

y otros promesas de tiempo

o tiempo agotado.

Prólogo: Una derrota, un vencimiento

El lector tiene entre las manos un libro que es una confesión. Una capitulación del poeta ante su propio vacío y, al mismo tiempo, el mejor poemario de Luis Antonio hasta la fecha. No temo en expresarlo de esta manera en estas palabras iniciales y poco útiles –siempre he pensado que los prólogos deberían ir detrás, en letra pequeñita y que el lector se enfrente directamente con la obra–.

Ya no es corta la trayectoria de este joven poeta (ya cada vez menos joven). Desde aquella primera obra imberbe que fue el binomio Me escuchas / Sabiendo que me pudo el amar (2001) ha llovido mucho. Muchísimo. Es más, ha diluviado. Y parte de los restos de ese diluvio los tenemos en Confieso el vacío. El poeta se nos muestra en su derrota. Versa la confesión de su desmoronamiento. No le interesa subrayar aquí los motivos de esa derrota (la amada, el ente femenino, ese que cuestiona y que también se cuela en los poemas por algunas esquinas), para este diálogo ya se pronunció con anterioridad, en los poemarios precedentes. Lo que se estima en estas páginas es la verdadera voz íntima del poeta. La confesión, a sí mismo o al mundo, de que ha sido derrotado y de que ese descalabro le produce una vergüenza, un sonrojo, un abrasamiento interior, que impiden la comunicación poética. La palabra se ríe del poeta (Poema IV). El poema III es muestra definitiva de todo ello, con una de las estrofas más bellas del conjunto:

La inercia

es la razón de dormir tantas horas.

Si amáramos la vida

robaríamos hasta el tiempo de estar muertos

para seguir escribiendo

nuestras razones para morir.

Y viene a la memoria con estas palabras el Ciorán más vencido de Silogismos de la amargura (1952).

Luis Antonio se exhibe en su caída con versos muy bien sugeridos y, en esa introspección, por momentos desquiciada, por momentos febril, el diálogo que establece consigo mismo, con su yo reflejado en el espejo, o mejor dicho, con la distancia infinita que hay hasta ese yo (VI), permite ver que la verdadera importancia no radica en la derrota en sí, sino en el proceso dialéctico en el que se ven envueltas las partes del poeta («Mírame a los ojos cuando te hablo…»). Un diálogo que transcurre en la oscuridad –la oscuridad interna al poeta–, porque es en el instante nocturno, en el sueño, donde el poeta se expone a su mente y a su propio vacío.

Pero la voz poética es valiente, más aún, es terca; irremediablemente terca. Y anuncia su resurgir y su furia desde el poema V: «daré al silencio su muerte más certera.» Y cuando la voz poética acalle al silencio de la vergüenza se habrá impostado del sentimiento de derrota y aniquilará el tiempo, «los errores son tiempo suicidado» (XIII), mostrándose a sí mismo (XIV), gritando (XVII), colocándose en una posición de vencimiento desde la derrota, de lección aprendida. El poeta, como nos tiene acostumbrados de obras anteriores, resurge de su problemática con mayor afianzamiento de su identidad. De esta manera se explica un poema final (XVIII) tan seguro, tan certero, tan exacto.

Por mucha altura que tuviera Abril, tres de la mañana (Huerga & Fierro, 2005), que vaya si la tenía, Confieso el vacío nos coloca ya ante un poeta con verdadero dominio de su verso, sin ningún titubeo. Desgarrador y controlado al tiempo.

Ha llegado. Ésta es su voz. Ahora sólo debe pararse, escribir y contarnos.

Fermín Domínguez Santana

Filólogo y Doctorando por la Universidad de La Laguna (Tenerife)

Datos Biográficos del autor


Luis Antonio González Pérez, nacido en Telde (Gran Canaria) en 1983, reside en Madrid desde 2003. Con diecisiete años publicó su primer poemario doble titulado ¿Me escuchas? / Sabiendo que me pudo el amar con prólogo del poeta canario Luis Natera Mayor. En 2004 Sobre tu silencio y a pesar del ruido sería su siguiente obra en ver la luz, esta vez en la colección “La Columna Quemada” de poesía, de Ediciones Qneras, dirigida y auspiciada por Diego Ropero Regidor. En abril de 2005 editaría Huerga y Fierro su poemario Abril, tres de la mañana; apuntes para un poema con prólogo del poeta Eugenio Padorno. La más reciente de sus obras publicadas es Trazos desnudos en la colección El árbol espiral de LF-Ediciones, con prólogo del catedrático José Montero Padilla.

Ha recibido el Premio Gran Canaria de Poesía 2001, en el CCXV aniversario de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, de la cual es socio desde el pasado enero de 2002 y el Primer Premio de Creatividad Personal en la modalidad de Poesía que organiza la Fundación CEU en el año 2004.

Colaborador habitual de prensa digital, ha sido recogido en varias publicaciones colectivas de autores canarios e hispanoamericanos. Es socio fundador de la Asociación Juvenil de Escritores Aenigma, miembro de la Casa de Canarias en Madrid, y desarrolla y participa en diversos proyectos culturales y literarios.